Resumen ¡Sáquennos de aquí! (Nicky Eltz)


Resumen del Libro ¡Sáquennos de aquí!

María Simma (1915-2004) nació y vivió en Sonntag (Voralberg), Austria. Era un alma mística favorecida con el carisma de recibir mensajes de las almas del purgatorio, a quienes consagró su vida desde joven. Este libro es fruto de las más de treinta entrevistas que Nicky Eltz realizó a María Simma a lo largo de cinco años, centradas en sus experiencias y en sus revelaciones privadas

EL PURGATORIO

Dios pone a las almas allí para que se purifiquen de los pecados que todavía no han sido expiados o reparados? —No, se suele enseñar esto de manera incorrecta y este tipo de falsedades puede hacer que muchas personas se alejen de Dios. ¡Dios no las pone allí! Las almas se juzgan y luego se asignan ellas mismas el nivel apropiado. Son ellas quienes desean purificarse antes de reunirse con Dios.

Se arrepienten las almas de lo que hicieron mal cuando aún vivían en la tierra? ¿También se arrepienten de lo que no hicieron? —Sí, mucho. Se arrepienten de las oportunidades que dejaron pasar para hacer buenas acciones por Dios y por el prójimo, y pueden ver los buenos frutos que hubieran resultado de esas acciones. Al morir perdemos la oportunidad de realizar buenas obras. Las almas en el purgatorio ya no pueden cosechar méritos como podemos hacer nosotros.

El purgatorio es un lugar y un estado que toda alma experimenta cuando todavía necesita expiar y reparar los pecados cometidos a lo largo de su vida antes de poder reunirse con Jesús en el Cielo.

ALGUNAS EXPERIENCIAS DE MARÍA

Y cuando ve a las almas, ¿qué aspecto tienen? —Se presentan exactamente como eran aquí en la tierra y esto es algo que puedo, por supuesto, confirmar yo misma porque han venido muchas a quienes yo misma conocía bien. Sí, con la misma ropa, su ropa de trabajo. Esto es así porque nuestros deberes aquí son lo más importante. Siempre vienen con su ropa de trabajo y no con una bata de baño o con el traje de los domingos. Nuestro trabajo diario es nuestra misión.

¿Qué edad tienen cuando se le aparecen? Lo que quiero decir es que si muere un joven de veinte años y luego, digamos, diez años más tarde se aparece ante usted, ¿aparenta tener treinta o todavía aparenta veinte años? —Todavía aparenta veinte años cuando los veo. Siempre aparentan la misma edad que tenían en el momento de morir.

Cuando viene por la noche, reconozco inmediatamente a un alma del purgatorio por su luz. Tienen la misma luz que si fuera de día. No irradian nada de luz, por lo que todo alrededor permanece oscuro, pero ellas mismas tienen luz y, por supuesto, las reconozco inmediatamente como benditas ánimas del purgatorio. —¿También vienen durante el día? —Lo hacen, pero cuando vienen durante el día solo me doy cuenta realmente de que se trata de un alma del purgatorio cuando desaparecen. Hasta ese momento, no puedo estar segura. En ambos casos, tanto de noche como de día, si intentara tocarlas no habría nada allí.

¿Ha venido algún alma a visitarla aquí, en su casa, durante el día? Y en ese caso, ¿cómo sabría decir que era un ánima bendita? —Bueno, las almas no llaman a la puerta como ha hecho usted y, por supuesto, no saludan dando la mano. Serían dos señales para darme cuenta de que se trata de un alma del purgatorio.

Cuando aparecen, ¿llegan atravesando la pared? —No, simplemente aparecen o entran por la puerta y la cierran detrás de ellas. Varía, pero normalmente me despiertan con un golpe o llamándome, y cuando me despierto están al pie de la cama. Eso es lo más usual. —¿Cuánto dura la visita? —Generalmente ocurre muy rápido y desaparecen de nuevo. Solamente un par de segundos. La mayoría de las veces, cuando aparece una, suelo decir simplemente: «¿Qué puedo hacer por ti?». Y ella me responde, por ejemplo: «Necesito cinco misas». Y en ese instante desaparece. Pero si se quedan allí esa es una señal, significa que puedo hacerle preguntas o darle nombres de los que me han pedido información. Esto puede durar dos o tres minutos y en raras ocasiones me contestan inmediatamente. Generalmente esa alma desaparece y debo esperar semanas o incluso meses para que venga otra y me responda a esas preguntas.

¿Ha grabado alguien alguna vez sus conversaciones con las almas del purgatorio? —Una vez en Viena alguien había escondido una grabadora en mi cuarto. Pero cuando la sacaron y la encendieron, todo lo que se escuchó fueron mis preguntas y los golpes que me habían despertado. Las respuestas que me dieron, y esa noche sí que las hubo, no se grabaron.

Y cuando les pedimos que nos ayuden, ¿basta con pensar lo que queremos o debemos pedirlo en voz alta? —Las almas no pueden leer nuestras mentes, pero sí conocen nuestros sufrimientos y con ello también comprenden muchas de nuestras verdaderas necesidades y, por lo tanto, intervendrán por nosotros. Pedirlo en voz alta garantiza que lo escuchen, pero puede estar seguro de que con un susurro es suficiente. Siempre están a nuestro alrededor, pero no le recomendaría que comenzara a hablarlas en público. Y, por supuesto, Jesús conoce nuestros pensamientos, entonces si se lo pedimos en silencio, nuestra petición también les será transmitida por la Madre de la Misericordia.

¿Cuál cree que es la diferencia entre los que experimentan la cercanía de las benditas ánimas del Purgatorio y los que no? —Me parece que las personas más sensibles y observadoras se dan cuenta de manera más clara que los demás. —¿Qué se puede hacer para experimentar su cercanía de un modo más vivo? —Rezar mucho por ellas y también.

¿De qué modo pueden las almas mostrarse a sus familiares? —El más común es llamando con golpes. Un amigo mío lo experimentó y contó los golpes para determinar cuántas misas necesitaba en particular esa alma. Nunca más volvió a escuchar los golpes cuando cumplió el número de misas que habían pedido. Y cuando volvió a suceder en otra ocasión, sabía que se trataba de un alma distinta porque dio una cantidad de golpes diferentes y porque los dio en otra zona de la habitación.

Algunas veces podemos reconocer la voz con total claridad y eso nos sirve de recordatorio para rezar por esa determinada persona. Las almas también pueden volverse aún más activas causando, lo que llaman, actividades poltergeist. Por ejemplo, si nos encontramos en el suelo el reloj que estaba colgado de la pared la tarde anterior; o si se cierran las ventanas o se abren las puertas de golpe. Todo esto ocurre solo para atraer nuestra atención y para estimular nuestras oraciones por ellas. Son almas que necesitan mucha atención, porque se encuentran en los niveles más profundos del purgatorio. Pueden escucharse también pisadas en el piso superior, o pueden dejar una pista precisa para que sepamos inmediatamente de quién se trata.

¿Solamente se aparecen a los miembros de sus propias familias? —En la mayoría de los casos sí, pero en algunos casos se aparecen a amigos muy cercanos o a gente como yo, a quien Dios le ha encomendado que dedique mucho tiempo a rezar por ellas y ayudarlas.

¿Los animales son sensibles a la presencia de las benditas ánimas del purgatorio? —Sí, las perciben, en especial los caballos, perros y pollos. He oído de muchos casos de caballos que rehúsan pasar al lado de una casa determinada y luego se precisó que había almas dando vueltas por allí tratando de llamar la atención. —Usted menciona a los perros. Bueno, las almas del purgatorio deben saber, por supuesto, que los perros son felices cuando se les dan órdenes. ¿Sabe si las almas pueden darle una orden a un perro, por ejemplo, para ir a buscar a su dueño porque el granero está en peligro? —No, no ocurre así porque los perros no tienen alma.

LA ORACIÓN Y EL AYUNO

¿Cuál piensa que es el mayor error que cometemos cuando rezamos? —Me parece que muchos corren hacia Dios solamente cuando tienen problemas o cuando creen que necesitan algo. Las oraciones de petición están bien y por supuesto también son escuchadas, pero deberíamos estar siempre alabando a Dios y agradeciéndole todo lo que nos ha dado y todo lo que ha hecho con nosotros y por nosotros.

EL CIELO

¿Cuál es el camino más rápido para alcanzar el Cielo? —Una profunda humildad. Satanás nunca puede acercarse a la humildad y es el camino más rápido para entrar al Cielo. También las buenas obras para con nuestro prójimo y para con las almas del purgatorio. Actos de caridad realizados con profunda humildad.

LOS ÁNGELES

¿Todos tenemos un solo ángel custodio? —No. La persona que puede ver a los ángeles me ha contado que los sacerdotes y las hermanas religiosas tienen un ángel de más, al igual que los médicos. Si los médicos pidieran ayuda a los ángeles, muchos de nosotros estaríamos en mejor forma de lo que lo estamos. Sí, los obispos también tienen más de un ángel custodio, y lo mismo el Santo Padre. —¿Puede nuestro ángel custodio leernos los pensamientos? —Puede guiarnos y protegernos introduciendo pensamientos en nuestras mentes.

¿Quién es el ángel más importante para nosotros y para las benditas ánimas del purgatorio? —El arcángel san Miguel. Él es el más fuerte contra todo mal. Deberíamos pedirle que nos proteja con más frecuencia, todos los días, no solo a nosotros, sino también a las almas del purgatorio, a nuestras familias, en la tierra o a los difuntos. ¡Si lo hiciéramos nos estarían tan agradecidos!

LA SANTA MISA

¿QUÉ es lo que más le piden las benditas ánimas del purgatorio? —La santa misa. La mayoría de las veces piden que se asista a misa y que se celebren misas; pero también, rezar el rosario, el Via crucis y otras oraciones. —¿Por qué piden misas, en lugar de cualquier otra cosa? —Porque en cada misa se da la renovación de los sufrimientos de Jesús y su muerte en la cruz. En cada misa, una vez más, Jesús reza por nosotros y con nosotros, y se ofrece al Padre por nosotros.

¿En su opinión, cada cuánto deberíamos asistir a misa? —Todos los días. ¿Se sorprende?; no se sorprenda. Para acercarnos más a Dios debemos, primero, buscar tiempo para él con un poco de disciplina. ¿No nos regaló Él la vida y el tiempo? Entonces, ¿tanto nos cuesta devolverle una parte de cada día a cambio? Sé que la sociedad actual nos tiene a todos programados para correr de un lado a otro con innumerables excusas para negar lo que necesita el tercio de nuestro ser que consiste en lo espiritual.

El hombre necesita alimento tanto para su cuerpo como para su mente y para su vida espiritual. Si se ignora alguna de estas tres dimensiones, nunca podremos alcanzar el equilibrio y la plenitud, y por lo tanto, permanecemos incompletos. Dios nunca quiere que alguien se retrase. Le aseguro, de corazón, que una vez que le damos este tiempo a Jesús, nos sorprenderemos pronto de poder haber vivido antes de otra forma.

EL LIMBO

¿QUÉ les sucede a los niños que nacen muertos o son abortados? ¿A dónde van? —Las almas del purgatorio me dicen que no van al Cielo, pero como son inocentes, tampoco van al purgatorio. Van a un lugar que se encuentra en el medio. Se le puede llamar limbo o a veces «Cielo de los niños». La palabra limbo proviene de «limbus», que es el espacio entre la zona impresa de una página y el borde del papel. Las almas de los niños que están allí no saben que existe algo mejor. No saben que no están en el Cielo, y nosotros tenemos la responsabilidad de hacerles llegar allí. Algo que no nos costará mucho porque nunca tuvieron la oportunidad de pecar.

¿Y los niños en el limbo también se aparecen o se acercan a sus parientes aquí? —Sí, lo hacen. Especialmente sus hermanos son conscientes, con frecuencia, de que ese otro hermano está a su lado, aun cuando no estuvieran al tanto de haber tenido un hermano que hubiera nacido muerto o hubiera sido abortado.

También deberíamos dar un nombre a los niños que han nacido muertos o a los que se ha abortado, y se les debe aceptar dentro de la familia. Así entran en el Libro de la Vida.

LA MUERTE

¿Cuál es la mejor forma de prepararse cuando uno sabe que está a punto de morir? —Rezando y entregándole todo a Dios. Abrirse a su bondad y confiar en Él completamente. —¿Y cuál es la mejor forma de ayudar a una persona que se está muriendo? —Rezar con ella, por supuesto, y decirle toda la verdad. Contarle lo que se pueda acerca de la luz de Dios y decirle que nunca, pero nunca nos dejará solos. Sugerir con mucho amor una confesión, si todavía no la ha hecho. Rezar con la Madre Santísima por esta persona y pedirle que acompañe a este hijo suyo en su camino. Nuestra Madre nunca rechazará una súplica.

FUNERALES Y TUMBAS

¿Y durante cuánto tiempo debemos cuidar las tumbas? —Pienso que deberíamos hacerlo durante tres generaciones, por lo menos. Digo esto porque la Biblia dice que los pecados de los padres los expiamos durante tres o cuatro generaciones. Por eso, nuestras oraciones deberían trascender las generaciones y no dirigirlas simplemente a los que conocimos personalmente. Es muy bueno enseñar a los niños a tener interés en sus abuelos y tatarabuelos. ¡Esto hace tanto bien a todos! Les muestra un camino y una unidad.

EL MATRIMONIO, LA FAMILIA Y LOS HIJOS

¿Hay algo que las benditas ánimas del purgatorio no mencionarán nunca a sus familias? —No dirán ni harán nada negativo, ni nada que suponga una crítica o un juicio de valor. Siempre se tratará de algo positivo, de ayuda, de protección y, por tanto, reparador.

¿Es cierto que muchas de las apariciones oficiales han sido a niños? —Sí, así es. Los niños están muy abiertos a la existencia de Dios y de todo su Reino. Su inocencia, su humildad natural, su dependencia, su sensibilidad y su confianza les permite experimentar las cosas de una manera muy distinta y más refinada que a los adultos. Debemos proteger esa pureza y permitirles ser niños durante todo el tiempo que sea posible. Cuando el mundo actual los introduce demasiado temprano en esta sociedad grosera, arrogante y arreligiosa, pierden gran parte de su belleza y no la recuperan nunca más. Conozco a muchos niños que, de hecho, han visto ángeles y yo no dudo de ellos ni un minuto.

Las benditas ánimas del purgatorio han dicho que un cachete puede ser necesario con los hijos muy testarudos y desobedientes. Una pequeña bofetada no es perjudicial y el niño lo olvidará rápidamente, pero lo que sí recordará durante largo tiempo, porque queda archivado en su subconsciente, es la consecuencia que conlleva ser testarudo. Por supuesto, esto debe hacerse con moderación, pero si uno no lo hace y espera a que el hijo sea mayor, ya será muy tarde, y los padres sufrirán por culpa de sus hijos. Sin embargo, cuando un hijo mayor tiene en su subconsciente la memoria del cachete que le dieron cuando tenía solo dos, tres o cuatro años, una sola mirada del padre bastará para que actúe correctamente.

Muchos padres en la actualidad ya han aprendido los frutos que ha dado su excesiva tolerancia. La violencia física en el hogar es un gran pecado contra el amor que debería reinar en la familia, pero una disciplina física aplicada con cuidado es una necesidad permitida por Dios en las edades y los momentos adecuados.

¡Dios regala tanto a los más pequeños entre nosotros! Ese es justamente el motivo por el cual nuestra Madre, en Medjugorje, comienza todos sus mensajes con un «Queridos niños». Ella quiere que seamos pequeños de corazón para que Dios pueda darnos más gracias y dones.

ANEXOS

Buscad en todo cumplir la voluntad de Dios. No nos inquietemos si nos equivocamos una y otra vez. Lo que importa es volver a levantarse y comenzar de nuevo. Errar es humano, levantarse de nuevo es una bienaventuranza, quedarse en el pecado es satánico. Reconozcamos con humildad que somos pecadores, pero nadie debe desesperarse si cae una y otra vez, porque Cristo murió en la cruz por nosotros para que podamos levantamos reiteradamente.

La mayoría de nuestras caídas se deben a nuestras debilidades, a la superficialidad, a los descuidos; rara vez a la maldad. Por lo tanto, no debemos inquietarnos por nuestras propias culpas y aún menos por las de los demás. ¡No juzguemos a los demás! Quienes más juzgan a los demás son quienes más deben trabajar para mejorar ellos mismos. Una buena palabra puede curar, una palabra hiriente puede matar, por eso nunca hay que juzgar a los demás. ¡No dejemos que pasen los días sin una buena palabra o una buena obra!

Preocupémonos únicamente de ayudar a los demás de esta forma, nunca de lastimarlos; entonces ya no habría más guerras. Si actuáramos así, no habría en el purgatorio ni la mitad de las personas que hay y el infierno estaría vacío. Hagamos el bien a los demás mientras tenemos tiempo. Llegará el momento en que ya no podremos hacer el bien y solo cosecharemos lo que hemos sembrado.

Es muy importante ser leal en las cosas pequeñas, porque fortalecen la humildad y conducen a los grandes actos. En las cosas pequeñas es donde verdaderamente se ve lo grande. El cumplimiento estricto de los pequeños deberes no requiere de menor esfuerzo que los actos heroicos. Las cosas pequeñas añaden mucho más a la suma total del bien del hombre que las grandes acciones. Aquel que es fiel en lo pequeño también será fiel en lo grande.

¡Hemos de tener más reverencia antes Dios! Arrodillémonos con humildad, no permanezcamos de pie orgullosamente ante Dios! Permanecer de pie es algo que todos pueden hacer; pero doblar las rodillas con humildad es algo infinitamente mayor, ¡y no todos pueden hacerlo!

Debería escribir y difundir estas instrucciones y enseñanzas. ¡Muchos cosecharán mucho bien de ellas y darán gracias a Dios por siempre! Y si solo multiplicara las gracias para la santidad de una sola alma, entonces su trabajo habrá sido válido. Por lo tanto, trabaje mientras aún pueda hacerlo.

Fin del Resumen

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