Resumen ¡Deja de refunfuñar! (Christine Lewicki)


Resumen del Libro ¡Deja de refunfuñar!

En todo momento, pase lo que pase, tenemos la opción de vivir la vida como deseemos. Tristezas, fracasos, penas, dificultades… Podemos optar por considerarnos víctimas impotentes o actuar en favor de nuestra felicidad.

La cara oculta de nuestras quejas

Aspirad siempre a la luna. Aunque no la alcancéis, aterrizaréis entre las estrellas. Les Brown, escritor y conferenciante norteamericano.

Pedid ayuda abierta y firmemente. Estad dispuestos a la negociación y no olvidéis que, a veces, es más agradable animar a los demás a ayudarnos que tratar de obligarles.

Todos los días dedicad tiempo a valorar lo que habéis conseguido en lugar de llenaros de reproches por todo lo que os queda por hacer.

La Madre Teresa también nos demostró que es posible ser positivo en lugar de quejarse, el día que rechazó una invitación a una marcha contra la guerra. Contestó diciendo que, por el contrario, participaría con gusto en una marcha por la paz.

Escoger la felicidad

Nuestra felicidad no depende en realidad de las condiciones en que vivimos. Ricos, arruinados, con buena salud o enfermos, con trabajo o en paro, nuestra felicidad no depende de esas circunstancias. Depende por el contrario del modo en que escogemos «vivir» esas circunstancias: con serenidad, con optimismo, motivados, decididos o, por el contrario, agobiados, estresados, victimizados.

«No son nuestros pensamientos, sino el apego que tenemos a nuestros pensamientos lo que provoca el sufrimiento»,

Habituémonos a tomar la vida como viene y a vivir plenamente cada instante. Así podremos acceder a las riquezas de la vida. Es decir, tomar conciencia de todos los regalos de la vida: nuestra familia, nuestro cuerpo, la naturaleza, la ciudad, las tecnologías, los demás.

Comunicar de otra manera

Dedicad tiempo a decirles a los demás lo que valoráis de ellos. Los miembros de vuestra familia, vuestros compañeros de trabajo, vuestros amigos.

En el despacho empezad vuestras reuniones hablando entre cinco y diez minutos de aquello que funciona, dedicad tiempo a agradecer a los participantes su presencia, subrayad la contribución de cada uno a los proyectos en curso… así estaréis todos más motivados para mejorar el resto, o continuar avanzando en los proyectos que necesitan vuestra atención.

Coger las riendas de tu vida

Aceptemos que somos imperfectos e intentemos ante todo hacerlo lo mejor posible. Otorguemos un lugar para el placer en nuestra vida cotidiana. No nos dejemos invadir por esas largas listas de cosas por hacer. Debemos vivir cada día plenamente. Ofreceos vosotros mismos, no tengáis miedo de contribuir sinceramente con vuestros talentos. No os reprimáis y compartid generosamente aquello que sabéis hacer bien, vuestras habilidades, vuestras pasiones, vuestra experiencia. ¡Así perdéis todo motivo de queja! Intentad, vosotros también, redistribuir una parte de vuestros ingresos de dinero; veréis que eso hace que la vida sea bella, de forma mágica.

El desafío, ¿cómo funciona?

Para liberarse de una costumbre y sustituirla por otra harían falta entre veintiuno y veintiocho días. Entre veintiuno y veintiocho días para crear una costumbre nueva, un nuevo comportamiento que se convierta en automático. Veintiún días, veintiocho días… eso no es lo importante. Lo importante es engendrar un auténtico cambio que se prolongue en el tiempo. Resistir durante el tiempo suficiente (como mínimo tres semanas consecutivas) para pasar de «obligarse a no quejarse» a «crear una segunda naturaleza», eso es encaminarse hacia un cambio duradero.

Si alguna cosa no os gusta, cambiadla. Si no podéis cambiarla, cambiad vuestra actitud. No os quejéis. Maya Angelou

Cuando vayáis a contar un cotilleo, acordaos de la prueba de los tres filtros: La verdad: verifiquemos que lo que queremos decir es verdad. La bondad: eso que queremos decir, ¿es algo bueno? La utilidad: ¿es útil que lo compartamos? ¿Para qué decir cosas que no son ni verdaderas, ni buenas, ni útiles?

Fin del Resumen

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