Resumen ¡Tráguese ese sapo! (Brian Tracy)


Resumen del Libro ¡Tráguese ese sapo!

Durante muchos años se ha dicho que si lo primero que hace cada mañana es tragarse un sapo vivo, podrá continuar el día con la satisfacción de saber que lo peor que podía haberle sucedido probablemente ya ha pasado. Su «sapo» es su tarea mayor y más importante, la que probablemente postergue si no hace inmediatamente algo al respecto. También es precisamente la tarea que puede tener el mayor impacto positivo en su vida en este momento.

Introducción

Una persona promedio que desarrolla el hábito de establecer claras prioridades y completar rápidamente tareas importantes superará a un genio que habla mucho y hace planes maravillosos pero consigue hacer muy poco.

También se ha dicho que «si tiene que tragarse dos sapos, tráguese primero el más feo». Este es otro modo de decir que sí tiene delante dos tareas importantes, empiece por la mayor, la más dura y la más importante. Disciplínese para empezar inmediatamente y luego perseverar hasta que haya completado la tarea antes de pasar a otra cosa.

Estamos diseñados mental y emocionalmente de tal modo que el cumplimiento de las tareas nos proporciona una sensación positiva. Nos hace felices. Hace que nos sintamos ganadores.

Completar tareas importantes dispara la liberación de endorfinas en el cerebro. Estas endorfinas le levantan el ánimo de forma natural. El flujo de endorfinas liberado tras la terminación exitosa de cualquier tarea le hace sentirse más creativo y seguro.

Necesita tres cualidades claves para desarrollar los hábitos de la focalización y de la concentración, cualidades que se pueden aprender. Son: decisión, disciplina y determinación.

El cuadro mental que se haga de sí mismo ejerce un efecto poderoso en su conducta. Visualícese como la clase de persona que quiere ser en el futuro. Su imagen de sí mismo, la manera como se ve interiormente, determina en gran medida su rendimiento exterior. Como dice Jim Cathcart, conferenciante profesional, «la persona que ves es la persona que serás».

Ponga la mesa


Decida exactamente qué quiere. O bien decide por sí mismo o bien siéntese con su jefe y exponga sus objetivos y metas hasta que tenga claro qué se espera de usted y en qué orden de prioridades. Es sorprendente la cantidad de personas que trabaja día tras día en tareas de poco valor, porque no han tenido esta conversación decisiva con su jefe. Regla: uno de los peores usos del tiempo es hacer muy bien algo que no había ninguna necesidad de hacer.

Crea algo que puede tocar y ver. Por otra parte, un objetivo o meta que no está escrito sólo es un deseo o una fantasía. No posee energía propia. Los objetivos no escritos conducen a confusión, vaguedad, direcciones equivocadas y numerosos errores.

Establezca una fecha tope para su objetivo. Un objetivo o una decisión sin una fecha tope carece de urgencia: No tiene verdadero comienzo ni fin. Si no hay una fecha tope precisa acompañada de la asignación o aceptación de responsabilidad específicas para su término, fácilmente postergará las cosas y no las completará.

Haga una lista de todo lo que puede pensar acerca de lo que va a tener que hacer para lograr el objetivo. A medida que piensa en nuevas actividades, agréguelas a su lista. Siga construyendo la lista hasta que esté completa. Una lista le proporciona un cuadro visual de la tarea mayor o meta. Le proporciona una pista. Aumenta drásticamente la posibilidad de que alcance el objetivo tal cual lo ha definido y en el tiempo previsto.

Organice la lista como un plan. Organice su lista según prioridades y conforme a una secuencia. Concédase unos[…]

Actúe inmediatamente conforme al plan. Haga algo. Cualquier cosa. Un plan normal y vigorosamente ejecutado es mucho mejor que otro brillante y con el cual no se hace nada. La ejecución es todo si quiere obtener cualquier clase de éxito.

Decida hacer cada día algo que le acerque a su objetivo principal. Introduzca esa actividad en su programa diario. Lea una cantidad determinada de páginas sobre un tema clave. Llame por teléfono a un número específico de clientes potenciales. Dedique un tiempo específico a hacer ejercicio físico. Aprenda cierta cantidad de palabras nuevas de una lengua extranjera. Nunca deje pasar un día sin hacerlo.

Planifique cada día con antelación

Planificar el día no le consume más de diez o doce minutos, pero esta pequeña inversión de tiempo le ahorrará por lo menos dos horas (entre 100 y 120 minutos) de tiempo perdido y esfuerzo impreciso durante el día.

Aplique a todo la regla del 80/20

La regla del 80/20 es uno de los conceptos de administración del tiempo y de la vida que más le pueden ayudar. También se la llama «Principio de Pareto», por su creador, el economista italiano Vilfredo Pareto, que por primera vez escribió sobre ella en 1895. Pareto observó que la gente de su sociedad parecía estar dividida naturalmente en 10 que él llamó los «pocos que son vitales», el 20 por ciento superior en términos de dinero e influencia, y los «muchos que son triviales», el 80 por ciento inferior. Posteriormente descubrió que virtualmente toda la actividad económica estaba sometida también a este principio.

Esta regla dice, por ejemplo, que el 20 por ciento de sus actividades valen por el 80 por ciento de sus resultados, que el 20 por ciento de sus clientes constituyen el 80 por ciento de sus ventas, que el 20 por ciento de sus productos o servicios explican el 80 por ciento de sus ganancias, que el 20 por ciento de sus tareas valen el so por ciento de 10 que hace, etcétera.

Haga una lista de todos los objetivos, actividades, proyectos y responsabilidades clave de su vida actual. ¿Cuál de ellos podría estar en el 20 por ciento superior de tareas que representan o podrían representar el 80 o 90 por ciento de sus resultados?

Estudie las consecuencias

La gente exitosa tiene una clara orientación al futuro. Piensan a cinco, diez, veinte años plazo en el futuro. Analizan sus opciones y conductas en el presente para asegurarse de que son coherentes con el futuro a largo plazo que desean.

La gente exitosa es la que está dispuesta a postergar la gratificación y a hacer sacrificios a corto plazo para poder disfrutar de muchas mayores recompensas a largo plazo. La gente que no tiene éxito, en cambio, piensa más en el placer a corto plazo y en la gratificación inmediata y piensa poco en el futuro a largo plazo.

Prepárese concienzudamente antes de empezar

Las personas más productivas se dan tiempo para crearse una zona de trabajo donde pueden disfrutar. Mientras más despejada y limpia esté su área de trabajo antes de que empiece, más fácil le resultará empezar y continuar.

Haga sus deberes

Conviértase en estudiante de por vida de su oficio u ocupación. La escuela nunca termina para un profesional.

Refuerce sus talentos especiales

Una de sus grandes responsabilidades en la vida es decidir qué le gusta verdaderamente hacer y después entregarse de corazón a ha ter eso y a hacerlo de la mejor forma posible.

Ponga un ladrillo después de otro

La independencia financiera se adquiere ahorrando una pequeña cantidad cada mes, año tras año. La salud y la buena aptitud física se consiguen con sólo comer un poco menos y hacer ejercicio un poco más, día tras día y mes tras mes. Puede superar la postergación de las decisiones y lograr cosas extraordinarias con sólo dar el primer paso, dirigiéndose hacia su objetivo y después dando un paso a la vez, poniendo un ladrillo después de otro.

Optimice sus poderes personales

La productividad, por regla general, empieza a decaer después de ocho o nueve horas de trabajo. Por esta razón, trabajar largas horas por la noche, aunque a veces pueda ser necesario, significa que entonces suele producir menos de lo normal en más tiempo. Mientras más cansado esté, peor trabaja y más errores comete. Y en cierto momento, como una batería que se descarga, puede quedarse sin energías y sencillamente ser incapaz de continuar.

Aplique esta regla. Resérvese un día libre cada semana. Durante ese día, el sábado o el domingo, niéguese a leer, abrir correspondencia, ponerse al día en asuntos de la oficina o hacer cualquier cosa que represente un esfuerzo mental. Vaya al cine, haga ejercicio, pase tiempo con la familia, salga a caminar o participe en cualquier actividad que permita que el cerebro se recargue. Es verdad que «un cambio es tan bueno como un descanso». Tome vacaciones regularmente cada año. Aproveche los fines de semana largos o una o dos semanas para descansar y rejuvenecer. Siempre será más productivo después de un fin de semana o de unas vacaciones. Si se acuesta temprano cinco noches por semana, si duerme más durante los fines de semana y descansa un día completo cada semana, tendrá más energías. Esta energía adicional le permitirá superar la postergación de las decisiones y emprender las tareas principales con mayor rapidez y más decisión que las que nunca tendría si estuviera cansado.

Si quiere mantener en su punto óptimo las energías, sea cuidadoso con lo que come. Empiece el día con Un desayuno rico en proteínas y bajo en grasas y carbohidratos. Coma ensaladas con pescado o pól10 a mediodía. Evite el azúcar, la sal y los productos de harina refinada y los postres. Evite refrescos artificiales, los caramelos y los pasteles. Aliméntese como se alimentaría un atleta de primera línea antes de una competición, porque en muchos sentidos usted es eso antes de empezar la jornada diaria de trabajo. Si come sano, hace ejercicio regularmente y descansa mucho; podrá trabajar más y mejor, con mayor facilidad y satisfacción que nunca. Cuanto mejor se sienta al empezar a trabajar, menos va a postergar y más deseoso estará de terminar el trabajo y emprender otras tareas. Los altos niveles de energía son indispensables para obtener altos niveles de productividad, más felicidad y mayor éxito en todo lo que haga.

Una de las cosas más inteligentes que puede hacer es apagar la televisión y acostarse a las diez de la noche durante la semana. A veces basta una hora extra de sueño por día para que a uno le cambie la vida por completo.

Motívese para la acción

Controle sus pensamientos. Recuerde que se convierte en aquello que piensa la mayor parte del tiempo. Asegúrese de pensar y hablar acerca de las cosas que quiere y no acerca de)o que no quiere.

Piense positivamente y asuma toda su responsabilidad por todo lo que le sucede. Niéguese a culpar o criticar a otros. Decida progresar antes que dar excusas. Mantenga sus pensamientos y energías dirigidos hacia adelante, hacia las cosas que puede hacer para mejorar su vida, y que lo demás siga su curso.

Fin del Resumen

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