El código del dinero

Resumen El Código del Dinero (Raimon Samsó)


Resumen del Libro El Código del Dinero

Para conseguir algo distinto es preciso antes ser una persona distinta y hacer cosas diferentes. Cualquier ámbito de nuestra vida mejora cuando nosotros mejoramos, pero no antes. Siempre en este mismo orden. El dinero no es ajeno a esa regla. De modo que para que nuestra economía cambie, antes tendremos que «cambiar» nosotros. Este libro trata sobre ese cambio personal y sobre hacer cosas diferentes.

Cuando no necesitas dinero de un modo apremiante es mucho más sencillo crear riqueza.

Cuando lo necesitas de inmediato tus posibilidades se reducen y todo lo que puedes hacer es trabajar por dinero. Por eso suelo decir que la prosperidad económica no se consigue en un trabajo sino fuera de él.

El secreto para conseguir dinero no es perseguir el dinero.

Sir Richard Branson, creador del imperio Virgin, afirma que todas las personas que se acercan a él le preguntan cuál es su secreto, cómo gana dinero, pero lo que Branson percibe es que en realidad lo que la gente quiere saber es cómo ellos pueden ganar dinero, ya que, según él, todo el mundo quiere ser millonario.

La respuesta que les ofrece es la siguiente: «Intento pasarlo bien. ¿De qué sirve pasar todo el tiempo trabajando hasta quedar agotado? La diversión te refresca y es estimulante a nivel espiritual. Saber reírse, amar y apreciar a los demás es de lo que trata la vida». Gracias Mr. Branson por aclararlo.

Un «empleo fijo» no es seguro, es una ilusión de seguridad.

Si en las expectativas de alguna persona está conseguir «la seguridad en el trabajo» es que ha perdido el contacto con la realidad. Los «trabajos seguros» siguen la senda de los dinosaurios: la extinción total e inminente. Ve eliminando el concepto «empleo seguro» de tu vocabulario. Quien los eche de menos siempre podrá recordarlos en los museos de historia.

Cuando consigues un empleo tienes que trabajar; cuando consigues un activo, éste empieza a trabajar para ti. Mientras la mayoría de personas se pasan la vida estudiando para trabajar, y así conseguir una nómina, otros ocupan su tiempo en crear activos que garanticen su jubilación.

«Trabajando fielmente ocho horas al día, con el tiempo llegarás a ser jefe y a trabajar doce horas al día». Robert Fros

Haced algo que requiera talento, elegid una ocupación que proporcione sentido y significado a las personas, y elegid trabajos creativos, innovadores, que requieran mucho talento. En pocas palabras, huid como de la peste de trabajos productivos.

En momentos de crisis, nos cansamos de oír argumentos como: «no es un buen momento», «no está la cosa como para invertir», «es arriesgado»… Cuando lo que en realidad dicen es: «tengo miedo a hacerlo», «no me gusta hacerlo», «no sé cómo hacerlo»… No se trata de la crisis, ni del paro, ni del endeudamiento, ni del mercado… como siempre, se trata de nosotros, de ti. ¡Nosotros! ¡Tú! Se trata de las personas que no creen en si mismas y sus posibilidades; y en consecuencia, proyectan su desconfianza a la situación.

«Una crisis es algo que no se puede desperdiciar». Paul Romer

Muchas personas, después de toda una vida de trabajo duro, tienen muy poco en el banco, la cifra promedio ahorrada es de 30.000 euros. Con ese capital y una escueta pensión de la Seguridad Social, es casi inevitable que lo primero que haga una persona cuando se jubila sea buscar trabajo y hacer horas en lo que pueda.

Al llegar la jubilación, la mayoría abandona la clase media para ingresar en la clase baja. De este modo los años de retiro —que se suponían dorados— se convierten en un período agridulce (más agrio que dulce) con un poder adquisitivo muy por debajo del disfrutado en la etapa activa. ¿Adónde conduce trabajar toda una vida?

Quienes se adapten a los cambios de la nueva era económica podrán sacar ventaja y disfrutar de más vida.

No importa a qué te dediques, producción o servicios, manual o intelectual, tu trabajo tarde o temprano se virtualizará, automatizará o se subcontratará en donde cueste menos y se haga mejor. No hay vuelta de hoja: las actividades económicas (todas) se descompondrán en partes (procesos), y la mayoría se digitalizarán (automatizarán) o se exportarán (subcontratarán) no sólo para reducir costes, sino —y esto debería hacernos reflexionar— para ¡mejorar la calidad!

«La fábrica del futuro tendrá sólo dos empleados: un hombre y un perro. El cometido del hombre será dar de comer al perro. El del perro será cuidar de que el hombre no toque el equipo». Warren G. Bennis

El teletrabajo —o trabajo remoto— sustituirá el desfasado concepto de «trabajo de oficina». ¡Abajo los grises cubículos de mamparas enmoquetadas! No somos peces, ¡no queremos peceras!

«Si no arriesgas nada, lo arriesgas todo» Geena Davis

Lo que casi todos hacen, a primeros de mes, cuando cobran su salario, es pagar a todo el mundo menos a ellos. ¡Se olvidan de pagarse a sí mismos, que son quienes lo han ganado! Pero si no te pagas a ti primero, ¿quedará algo cuando todos se hayan llevado su bocado? Si pagas a todos menos a ti, entonces trabajas para los demás: tu banco, tus compañías de servicios, tu gobierno, tu casero… Solución: retira automáticamente un 10% de tu sueldo —en el momento de recibirlo— a una cuenta que te permita reunir la suma que precisas para iniciar tu propio negocio. Y después paga tus cuentas. Siempre en este orden.

Desarróllate en algo que te apasione y pon tu talento al servicio de los demás, y el dinero llegará.

Las mentes millonarias tienen dos únicas reglas: regla nº 1) no pongas límites a tus ingresos. Regla nº 2) nunca olvides la regla número uno.

Convierte lo que sabes en un servicio, en un negocio, en dinero. Imagina qué puedes ofrecer que, además de hacerte feliz a ti, haga feliz a otras personas y en consecuencia te proporcione flujos de dinero. ¡Basta ya de trabajar sólo por dinero!

Los problemas económicos no se resuelven con dinero sino con creatividad

Hoy día se pueden crear fuentes de ingresos con muy pocos medios (con un ordenador, una conexión a Internet, un móvil), apenas inversión, desde tu casa, con algunos contactos…y arrancar tu negocio personal en tu tiempo libre. Piensa en grande pero empieza en pequeño.

Cuando se aprende a pensar en términos de prosperidad, invariablemente la mente crea riqueza. Me refiero a toda clase de riquezas. Porque cuando se modifica el mundo interno, el mundo externo – la realidad— se modifica también.

Las palabras, además de describir la realidad, también la transforman.

Si quieres cambiar tus experiencias, cambia las palabras que usas para referirte a ella y notarás la diferencia. Somos nuestras palabras. Y nuestro vocabulario nos define. Y para tomar posesión de tu vida precisarás un vocabulario poderoso, no uno débil. De modo que elígelas con sumo cuidado, como eliges a tu pareja.

«El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo». Winston Churchill

Hay palabras muy pobres como: fácil, difícil, suerte, imposible, problema, fracaso, intentar, miedo… Y palabras muy prósperas como: misión, compromiso, ilusión, servicio, oportunidad, confianza, inversión, pasión

El agente libre

El agente libre es un profesional independiente, autónomo, emprendedor, freelance que trabaja para sí mismo, eligiendo en qué y para quién. Se mueve en cualquier sector de la economía en el que pueda realizar un servicio y proporcionar un producto para diferentes clientes. Como su negocio cuenta con una sola persona, él, no pretende atender a todo el mundo pero sí elegir a quién atiende. El crecimiento de-su facturación no viene por buscar más clientes sino por seleccionar los mejores clientes y proyectos.

Cobra por proyecto, no por horas. Siempre que sea posible, son mejores los honorarios profesionales por proyecto que contar las horas y multiplicarlas por un precio hora. Tus clientes compran resultados, o soluciones a sus problemas, no tu tiempo. Tu servicio es tu talento, y éste no debería contarse por horas.

Tu tiempo es tu mayor riqueza y no deberías venderlo sino invertirlo. Puedes ahorrar dinero, pero no puedes ahorrar tiempo. Cuando pasa, se va para siempre y no se puede recuperar. Tú puedes vender tu tiempo (de hecho lo haces cuando te empleas), pero tú no puedes comprar tu tiempo a menos que crees un sistema que te libere de trabajar para generar ingresos.

Emprendimiento

Lo primero es identificar tu pasión: ¿qué es aquello que harías con gusto por el resto de tu vida? Convierte esa pasión en un servicio a los demás: ¿cubre alguna necesidad o resuelve algún problema? La clave, en lo que respecta al dinero, no es perseguir el dinero sino seguir tu pasión y convertirla en utilidad. El secreto es amar y divertirte con lo que haces, ofrecer utilidad, y ten por seguro que el dinero llegará.

Los ingresos pasivos son el ingreso de los ricos. Permiten liberar tiempo y así pueden centrarse en otras cosas, como crear nuevos ingresos o descansar.

Por ello, antes de invertir dinero es preciso invertir mucho, muchísimo tiempo en averiguar en qué invertir. Invertir es un trabajo en sí mismo, no es tomar una decisión. Es más una labor de búsqueda que tomar una decisión. La decisión viene después de ese inmenso trabajo que consiste en conocer a fondo la inversión. Y cuando se está bien informado, y formado, las decisiones se toman cantando en la ducha.

Menos miedo es más felicidad.

Emprender es una mentalidad, una vocación, un estilo de vida. Para llegar a ser emprendedor hay que cubrir un proceso. Y en el proceso debe morir el empleado para que pueda nacer el emprendedor.

Si deseas mejorar tu habilidad para ganar dinero, antes deberás desarrollar tus habilidades para servir a tu prójimo.

Es el turno de las profesiones creativas centradas en el servicio a las personas, que contribuyan a una vida con significado para los demás.

En Occidente se abren paso con fuerza los servicios especializados en un millón de campos novedosos: coach personal, entrenador nutricional, coach espiritual, consultor medioambiental, telemédico, buscador de entidades de beneficencia, asistente personal, entretenimiento para adultos, canguro informático, teleasistencia a ancianos, orientador de ocio para jubilados, catering biológico… La lista no hace más que crecer.

  1. Para ganar dinero, olvida el dinero: céntrate en servir.
  2. Para triunfar, olvida triunfar: céntrate en disfrutar.
  3. Para actuar, olvida el resultado: céntrate en el proceso.

Si me consultaras sobre qué negocio empezar, te diría lo siguiente: traduce tus talentos en una propuesta memorable.

¿Varios talentos? Pues sí, varios. Escucho a menudo a las personas quejarse de que no tienen ningún talento. No les creo. Todos tenemos algo que ofrecer a los demás. Lo que ocurre es que el talento no se muestra pulido, sino en bruto, con un aspecto muy rudimentario. Todos tenemos varios talentos no desarrollados, y el modo de pulirlos es trabajando en ellos. El buen pianista practica varias horas al día, el buen escritor escribe decenas de páginas al mes, el buen dibujante emborrona hojas sin parar.

Los buenos emprendedores no terminan nunca de mejorar sus habilidades. Saben que un negocio nunca está terminado. Tampoco esperan a que todo sea perfecto para empezar. Parten de lo actual y lo convierten en el ideal.

Un emprendedor es aprendiz en el arte de actuar, incluso si no está completamente listo.

No se trata de hacerlo bien a la primera, sino de acabar haciéndolo de primera. Cuando el emprendedor decide actuar no espera ni 24 horas para pasar a la acción; por esa razón se le conoce como «emprendedor», porque empieza y termina las cosas. Esperar lo mata. Sabe muy bien que si actúa en las siguientes horas, sus ideas verán la luz.

La mejor acción es la promoción y la venta. De hecho, hasta que no se produce la venta, en realidad no ha ocurrido nada. Lo anterior a la venta es teoría. Así que remángate, consigue tu primera venta; y después crea un negocio entorno a esa primera venta. Busca un cliente para empezar, cierra un trato y después desarrolla el modo de servirle a él y a otros. Si funciona una vez, repite, busca alguien más a quien servir.

«Si amas lo que haces nunca más volverás a trabajar» Mark Twain

Muchos buenos negocios empiezan de este modo: vendiendo algo que aún no poseen. Puede parecer atrevido, y lo es, pero funciona rematadamente bien. ¡Es el modo de hacer negocios menos arriesgado que existe!, porque no trabajas y después vendes, sino al revés: ¡primero vendes y después trabajas!

Dell Computers lo tuvo claro desde el inicio. Decidió vender ordenadores por Internet sólo bajo pedido: primero cobra, después se aprovisiona, después monta, después sirve. ¡Ahhh! ¿Y no era para personalizar los ordenadores al gusto del cliente? No, eso es la excusa, en realidad el joven Sr. Dell ideó un negocio en el que cobrar por anticipado y no correr ningún riesgo de exceso de stocks, obsolescencia, distribución, devoluciones, impagos… Un genio de los negocios este muchacho.

Si lo tuyo es un producto, entonces necesitas complementario con un servicio, y a la inversa.

Prescindir de una de esas dos fuentes de ingresos es un gran error. Un ejemplo práctico: si vendes aparatos de aire acondicionado, vende también el mantenimiento y la instalación. Si vendes formación, «empaquétala» en productos: CD, DVD, Manual… y véndela. La banca lo llama «venta cruzada». Para un banco no es admisible que un cliente lo sea de un sólo producto. Digamos que, colocar entre tres y cinco productos diferentes por cliente es un buen síntoma del músculo comercial de su red de ventas.

Los servicios son muy gratificantes porque facilitan el contacto directo con el cliente pero tienen el inconveniente de exigir tu tiempo. Un producto es más agradecido porque puedes suministrarlo sin que requiera tu tiempo. Lo ideal es la «venta cruzada», combinada, de tus servicios y productos.

Prestemos atención a Sir Richard Branson, consejero delegado de Virgin Group, cuando dice: «Todo nuevo producto o servicio que ofrece el grupo Virgin debe (1) ser de la mejor calidad, (2) proporcionar una utilidad valiosa, (3) ser innovador, (4) desafiar radicalmente las alternativas existentes y (5) proporcionar diversión».

En resumen, tu gran oportunidad como «director de orquesta» puede consistir en:

Sinfonía I: Adaptar una idea que funciona en otros países.
Sinfonía II: Identificar una necesidad no atendida.
Sinfonía III: Mejorar un producto o servicio que ya existe.
Sinfonía IV: Cualquier cosa que mejore la vida de las personas en algún aspecto.

La persistencia es la clave del éxito en todos los campos.

Fija una meta, traza un plan y luego haz algo cada día que te conduzca allí. Empezar un negocio personal es una de las cosas que requieren más disciplina del mundo. Tu recompensa llega cuando, tras situar tu negocio en la zona de seguridad financiera, lo sistematizas para que funcione casi por sí mismo.

La falta de éxito acaba con un negocio y el exceso también. No reinventarse cuando todo va bien es peligroso porque el éxito ilimitado es una fantasía. Si tu actual negocio personal es un éxito, es justo el momento de mejorarlo o de empezar otro. Reinvéntalo cada 24 o 36 meses. No tardes más, o pronto podría oler a rancio.

Todos necesitamos descender y ascender en un proceso de construcción y deconstrucción. Por ejemplo: reescribe la misión, cambia tu tarjeta, cuestiona tu lema, mejora tu marketing, modifica todas tus presentaciones, introduce algún producto o servicio nuevo.

Las palabras «negocio» y «venta» van de la mano.

Tu cliente no quiere que le vendas, quiere comprarte. Respeta su voluntad y facilita su compra sin forzar la venta. El estado mental más elevado de un vendedor es de riqueza mental, desde el cual no «necesita» hacer la venta —aunque prefiere hacerla a no hacerla—. Si no necesita hacer la venta, el cliente potencial no detecta la desesperación por vender (el veneno de la venta).

La pasión es el viento que hincha las velas de cualquier buen negocio.

Relájate, haz a un lado la necesidad de vender, no te estorbes, y todo fluirá con naturalidad. Vender no es presionar; convencer o manipular a las personas para que te compren. La venta tiene que ver con escuchar a las personas y con conectar con sus necesidades. La buena venta se centra en la escucha, en preguntar, en el cliente. La mala venta se centra en hablar, dar consejos, en las necesidades del vendedor.

«Lo hizo de todo corazón, y prosperó» (La Biblia, Crónicas II)

Cuando haces una presentación, o una reunión de venta, en realidad estás «vendiéndote» a ti, y solamente cuando has conseguido credibilidad, podrás cerrar la venta del producto o servicio que ofreces. Algunos malos vendedores se saltan este paso tratando de cerrar cuanto antes su pedido y lo malogran. Nadie te comprará a menos que confíe en ti y te considere la persona adecuada para hacer un trato. Por esa razón tu primera venta consiste en «venderte» como profesional.

Más clientes, más compras, más a menudo.

Proporciona motivos para que tu público potencial visite tu web (ofrece información de valor, recursos útiles, links interesantes, un regalo, ofertas…). Y una vez allí, motívales para que añadan tu dirección en su lista de favoritos y se apunten a tus boletines.

  • Para tener más clientes: pide referencias.
  • Para aumentar el volumen de compras: haz venta cruzada de productos y servicios.
  • Para aumentar la frecuencia: comunícate regularmente.

La comunicación cada vez es más visual. Los jóvenes de hoy prefieren ver a leer, es más visual, más directo, más ameno, Necesitarás editar pequeños vídeos de unos minutos para hacer tu promoción. Podrás colgarlos en tu web, o en tu blog, o mandarlos en tus e-mails, ahora convertidos, «videomails». También puedes crear un espacio propio con tus vídeos en You Tube o Vimeo, por ejemplo.

El activo más importante de tu negocio personal es tu base de datos (clientes y potenciales clientes). Debes hacerla crecer, protegerla legalmente y comunicarte periódicamente. Como se trata de tu clientela actual y potencial, merecen información de utilidad. Cuida de tu base y tu base cuidará de ti. El corazón de cualquier negocio es la base de datos de su clientela.

Para terminar, quisiera pedirte que te acercaras a mí para poder susurrarte al oído el Código del Dinero:

«Crea tu propio sistema de ingresos múltiples, variables y pasivos que desarrolle tus talentos personales, que entregue un servicio masivo a un número masivo de personas, que te apasione que se traduzca en un flujo de ingresos ilimitado».

Fin del Resumen

4 comentarios en «Resumen El Código del Dinero (Raimon Samsó)»

  1. Saludo, gracias por escribir el Código del dinero muy lucrativo. Me pueden enviar el resumen de la página 256 del Iceberg numero 10. Yo entiendo que el mensaje que quieres decir es que se debe invertir la ganancia del negocio en sí mismo o en otro activo para poder crecer el flojo de caja por lo meno el primer año.

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